sábado, 2 de mayo de 2015

Una tontería sobre nada


Este poema no es de amor.
Porque aquí no hay ni amor ni mucho menos poesía.




Desgraciadamente tampoco es de desamor. 
Así que no aceleréis vuestros sentidos,
ni esperéis encontrar vuestras fantasías perdidas. 


Para escribir de amor hay que haber amado. 
Para escribir de desamor hay que haber amado.
Este poema es sobre la nada. 
El que sueña con amor
Y desea el odio. 

Si clasificamos los sentimientos, 
(me imagino ahora los labios de mi alma refunfuñando por mi clasificación de algo sagrado), 
la nada no estaría en la lista. 
Porque los sentimientos son para sentir. 
El odio para odiar; el daño y el mal. Por lo visto algo negativo. 
El amor para amar; no esperéis una descripción de éste segundo porque soy la ultima en saber del tema. 
Y la nada, la nada es para nada. Ni sirve para dañar ni para volar. 
Ni siquiera es la ignorancia. Ni para eso sirve la nada. 

La Nada. 

Es la falta de todo. O tan solo de algo pequeño. 
La compararía con la indiferencia,
pero indiferencia a ¿qué?, o a ¿quién? 
Si no hay nada. 
No compararé con nada,
Porque nada es más triste que no sentir nada. 

Para que me entiendas amigo mío, 
Te deseo vida antes que nada.